Cuarentena en un hotel de Sri-lanka

Primer día de cuarentena, me levanto, son las 7,30 de la mañana, ayer me dijeron que me facilitarían las comidas pero no acordamos como, así que me ducho, me lavo bien las manos, hago un poco de tiempo y voy al comedor a ver como puedo hacer para desayunar.

Comedor del hotel vacío, fotografía Iñaki Larrea ©

Bajo al comedor y está todo recogido y vacío, recorro el hotel y no hay nadie, soy el único huésped y estoy solo, las puertas del hotel están cerradas con candados por fuera, no hay problema porque hay salida a la playa.

Puertas cerradas con candado desde fuera, fotografía Iñaki Larrea©

Minutos después aparece un empleado del hotel que efectivamente me confirma que soy el único huésped pero que no me preocupe que me llevan el desayuno a la habitación.

Vacío y recogido, fotografía Iñaki Larrea ©
Como en las pelis, fotografía Iñaki Larrea ©

Una hora después tocan a la puerta, son el empleado de antes y la camarera que me atiende habitualmente, un encanto de señora, me traen el desayuno, me lo dejan en la terraza y me dan un teléfono, al parecer del manager del hotel para que negocie con el las comidas y las cenas.

Desayuno en la terraza, fotografía Iñaki Larrea ©

Desayuno en la terraza frente al mar, de lujo, batido de platino y mango, tortilla francesa, tostadas con mantequilla, mermelada y café. Guardo la mantequilla y la mermelada en el frigorífico, donde tengo ademas 4 botellas de agua, pan de molde, crackers, cinco lonchas de jamón de York, tres plátanos y dos chocolatinas, kit básico para sobrevivir tres dias, 😄.

Mi nevera de supervivencia, fotografía Iñaki Larrea ©

Lavo los platos y tazas porque no quiero mas bichos de los habituales.

Todo limpio por si acaso, fotografía Iñaki Larrea ©

El aire acondicionado funciona y tengo internet, como un marajá.

Me asomo a la terraza y me pongo de bastante mala ostia al ver a tontos turistas en la playa paseando y bañándose en grupo, no se bajan de las vacaciones, en fin pena de que el virus no se cargue solo a gilipollas egoístas.

Manguerita del Culo clean a la izquierda de la taza, fotografía Iñaki Larrea ©

No necesito Papel de water aunque todavía me queda algo porque tengo en el baño el auténtico “CULO CLEAN”, jajajajaj, los que han estado en barcos o en países árabes ya saben lo que es, la verdad es que es mas limpio que el papel, y si tienes dedos gordos como yo lo dejas niquelado, jajaj, ya estoy desbarrando y solo llevo un día encerrado 😂, bueno pues eso, se trata de una manguera con un chorrito, que te ayuda a limpiarte, nota mental mano derecha manguera, mano izquierda culo, que la derecha va al pan.

Funcionamiento cuidado con la presión,

He comprado también un jabón antibacterias para lavarme las manos, yo creo que antes de palmar de Covid 19, aquí cogeré dengue o malaria, porque los mosquitos pican a base de bien, también he comprado repelente, no os preocupéis.

Jabón antibacterias, fotografía Iñaki Larrea ©

Después de todo el protocolo de limpieza me he puesto a lavar y endulzar el equipo de buceo, y ahora lo tengo en la terraza secando, otra vez de mala leche al salir a la terraza y ver a los bañistas, con estos nos extinguimos cómo especie.

Equipo limpio y endulzado fotografía Iñaki Larrea ©

Luego pasaré un rato editando videos y fotos para mandaros, eso después de la siesta, no vamos a dejar las buenas costumbres.

Y si me traen la comida y la cena pues de auténtico lujo, tengo Netflix y Amazon Prime y puedo ver la sexta temporada de Vikingos, que mas se puede pedir?

Lo mejor las vistas, fotografía Iñaki Larrea ©

Como veis no se está mal por aquí, como siempre es cuestión de amoldarse a las situaciones, siempre pienso que hay quien esta peor que yo, y con estas vistas no puedes estar amargado.

Atardecer desde mi terraza, fotografía Iñaki Larrea ©

Cuidaros mucho, gracias por leerme, nos vemos a la vuelta.

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SRI-LANKA

La perla del INDICO

Cuando llegué a Srilanka desde Egipto nadie podía prever el alcance de la pandemia del coronavirus, mi intención era pasar aquí un mes de camino a las islas Filipinas donde si esperaba estar unos meses.

Playa de Mount Lavinia al fondo Colombo, fotografía Iñaki Larrea ©

Me encontré en Srilanka con un paisaje maravilloso, un mar espectacular y una gente amable, muy amable con el extranjero, todos quieren hablar contigo no para vender como pasa en los países del norte de Africa sino que les place hablar y oír hablar en una lengua que no es la suya aunque no la entiendan, riéndose como niños.

Para ir a algunas playas hay que caminar por las vías del tren, fotografía Iñaki Larrea ©

La comida es sabrosa, aunque siempre me tengo que acordar de pedir sin nada de picante, aun así picará seguro, se puede comer un menú desde 3 ó 4 euros y ya por 10 una langosta a la brasa.

Ensalada de Poke, fotografía Iñaki Larrea ©

Adoran a los perros, he visto perros de muchas razas distintas, muy bien cuidados, los llevan a playa, se bañan con ellos y todo el mundo les acaricia y juega con ellos, y aun así mantienen las playas muy limpias, la única asignatura pendiente de Srilanka es que pescan, y comercian con tiburones y es un plato que encuentras en muchos restaurantes del país, espero que cambien eso.

Calle de Hikkaduwa, fotografía Iñaki Larrea ©

Hoy me encuentro que voy camino a Colombo para ampliar mi visado por tres meses más, e incluso por seis meses, ante la incertidumbre de lo que pueda pasar, ya que los aeropuertos internacionales están cerrados tanto aquí como en Manila, y las compañías aéreas no te dan ninguna información de si anulan el vuelo o no, el cambio de vuelo sale más caro que el vuelo original, y ya los buitres están intentando sacar tajada.

Viviendo encima del centro de buceo en Hikkaduwa, fotografía Iñaki Larrea ©

Algunos hoteles de Filipinas me intentan cobrar de la tarjeta la estancia en previsión que no pueda ir aunque tuviera pactado el pago en el lugar, menos mal que lo vi a tiempo.

Playa de Hikkaduwa, fotografía Iñaki Larrea ©

También el vida a bordo que tenía contratado para Tubattaha que es dentro de dos meses y medio, ha intentado cobrar las tasas de parques naturales y de puertos, que habitualmente se pagan al embarcar, como así ha quedado claro después de algun intercambio de emails.

Puerto pesquero, fotografía Iñaki Larrea ©

En fin de momento todo eso me anima más a quedarme en Srilanka aunque sea un poco a la fuerza, aquí no intentan robarte, y es un país muy agradable para pasar una larga temporada, y como no hay mal que por bien no venga podré ir al este a bucear en los grandes pecios de esa zona ya que el monzón cambia en abril y es la temporada de Batticaloa y Trincomalee que antes no tenía planificado ir y de los que os iré hablando en distintas entradas.

Mercado de verduras, fotografía Iñaki Larrea ©
En Mount Lavinia, fotografía Iñaki Larrea ©

Coste de la vida en Srilanka

5€ = 1.000 rupias de Srilanka.
 
Solo espero que en mi país y en el resto del mundo todo vaya muy bien y acabe esta locura para que podamos volver a abrazarnos o besarnos sin riesgo al contagio, añoro a mi familia, a mi hijo, a mis amigos y la tortilla de patata, pero espero que estos escritos les animen en el confinamiento y también se acuerden de mi como yo de ellos. Gracias por leerme
Iñaki Larrea

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