KONESWARAN TEMPLE, SRILANKA

Cultura Hinduista

Trincomalee es el centro de la cultura Tamil en el noreste de Srilanka, ademas uno de los puertos mas importantes del país enclavado en una gran bahía, como en todo Srilanka aquí conviven Budistas, Hindúes, Musulmanes, Sintoístas y Cristianos, se pueden ver en todas las ciudades varios sitios de culto de cada religión, hasta en los pueblos mas pequeños.

 

Trincomalee es un puerto natural circular, se conoce como Ko-Kannam o “Mejilla del Señor”, aludiendo a la forma de la mejilla del toro de Shiva,Nandi.

El equivalentes Sanscrito de la bahía portuaria es Go-Karna que significa “Oreja de vaca” o Gokarna Pattana y el nombre de la deidad Gokarneswara o Go-Natha.

 

Bahia de Trincomalee desde Koneswaran Temple, fotografía Iñaki Larrea ©

Es una ciudad con una gran riqueza histórica y su patrimonio de templos de distintas religiones hace que sea una visita obligada en tu paso por Srilanka.

Cerca de Trincomalee se encuentran los pueblos costeros de Uppuweli y Nilaveli (donde estoy en estos momentos), donde disfrutar de las playas y el mar y dónde puedes alojarte, para ir a Trincomalee puedes hacerlo en Tuk tuk es un viaje muy barato.

QUE VER EN TRINCOMALEE

Las visitas mas importantes que puedes ver en Trincomalee son Fort Frederick y el templo de Koneswaran, ademas de recorrer los mercados de la ciudad, el templo de Lankapatuna Samudragiri Viharaya, donde, según la leyenda, llegó la reliquia del diente de Buda traído desde la India por la princesa Hemamala y el príncipe Danthavisitar, también puedes visitar el puerto, y con el adecuado asesoramiento y permiso bucear en el MV Cordiality y un avión Hurricane hundidos a pocos metros de profundidad.

 

Ciervo en Fort Frederick, fotografía Iñaki Larrea ©

DONDE ALOJARSE

Como te decía antes lo mejor de la zona son las playas de Uppuweli y Nilaveli, mi favorito Nilaveli, todavía conserva el encanto entre lo civilizado y lo salvaje, al contrario que Hikkaduwa que es un enclave totalmente turístico, Nilaveli tiene buenos hoteles en la playa y cercanías, las calles interiores a la playa todavía son de tierra y a dos minutos esta el lago donde la naturaleza salvaje te permite ver cocodrilos, monos, pavos reales y toda clase de especies típicas de la jungla de Srilanka.

 

Bella beach hotel, el tejado verde es mi cabaña, fotografía Iñaki Larrea ©

Mi sitio favorito en Nilaveli es el BELLA BEACH HOTEL, a 10 pasos de la playa, unas cabañas en un cuidado jardín, con una piscina en el medio para refrescarte si en la playa hay muchas olas.

Regentado por Anna (Italiana) y Samira (Srilanka), buena comida y muy buena relación calidad precio, se nota la mano de Anna en muchos detalles y la del pequeño Leo su hijo en otros de decoración, las partidas de Gin Rummy al anochecer son muy divertidas, para mí de lo mejor que he encontrado en Srilanka.

 

Bella Beach Hotel, fotografía Iñaki Larrea ©

Tienes muchos mas hoteles desde muy baratos a muy caros, mi consejo es reservar un hotel para un par de días y recorrer la playa mirando y preguntando, hasta encontrar el que mas te guste, te sorprenderás.

Leo un artista de la decoración, fotografía Iñaki Larrea ©

FORT FREDERICK

En este post voy a hablar del templo de Koneswaran, pero como la entrada es por Fort Frederik aprovecho para mostrarte unas pinceladas del lugar.

Fort Frederick fue construido por los Portugueses en 1624, levantado sobre la roca de Swami Rock-Konamamalai en el acantilado de Trincomalee a partir de los escombros del antiguo templo hindú de Koneswaran ( Templo de los Mil Pilares ), que ya no tiene mil pilares, es un templo dedicado a Shiva, con estatuas pintadas que a mí (con todo el respeto) me recuerda a los ninots de las fallas valencianas, lo mas espectacular es que esta enclavado en el acantilado donde se puede contemplar la bahía y el puerto de Trincomalee.

 

Ciervos en Fort Frederick, fotografía Iñaki Larrea ©

El fuerte fue capturado por los holandeses en 1639 y en 1665 que construyeron un nuevo fuerte para defenderse de los avances de los británicos y los franceses. El fuerte pasó a llamarse Fort Fredrick. En 1672, el año en que Francia, Gran Bretaña y dos estados alemanes atacaron a la República Holandesa, los franceses capturaron Trincomalee y luego ocuparon Batticaloa. Sin embargo, pronto los franceses se vieron obligados a irse volvieron a conquistarlo más tarde para ser expulsados por los ingleses y así varias veces a los largo de la historia.

 

Entrada a Fort Frederick, Trincomalee.

Hoy en día hay que entrar por Fort Frederick para subir al templo de Koneswaran, el interior del fuerte contiene praderas y algo de bosque poblado por monos, pavos reales y muchísimos ciervos que no se asustan de la presencia humana e incluso algunos se dejan acariciar.

 

Agnieszka acariciando un ciervo, fotografía Iñaki Larrea ©

Al final de la subida encontramos la entrada al templo, pasando por una avenida flanqueada por muchos puestos de venta hoy cerrados por la pandemia, al final de los puestos nos hacen descalzarnos y seguir por la avenida descalzos, es conveniente llevar siempre en la mochila unos calcetines, el sol calienta mucho el suelo y te puedes hacer dolorosas quemaduras que unos calcetines pueden evitar.

TEMPLO DE KONESWARAN

Templo Koneswaram de Trincomalee  o Templo Konesar Thirukonamalai – El Templo de los Mil Pilares y Dakshina-Kailasam es un complejo de templos hindúes de la Edad Media dedicado a Shiva con influencia Tamil, un centro de peregrinación religiosa importante en Srilanka.

 

Entrada del templo de Koneswaran, fotografía Iñaki Larrea ©

Considerado como el mayor edificio de su época por su arquitectura y su ornamentación.

 

Interior del templo, fotografía Iñaki Larrea ©

El complejo fue destruido en ataques de invasiones coloniales, portugueses, holandés, franceses e ingleses se alternaron en la ocupación, entre 1622 y 1624 se construyó Fort Frederic en el lugar a partir de los escombros del templo.

 

Acceso a las escaleras del acantilado podéis ver una svástica a la derecha en lo alto de la puerta, es un símbolo típico hindú, fotografía Iñaki Larrea ©

El templo reconstruido en 1632 ubicado lejos de la ciudad alberga algunos de sus ídolos originales. El interés mundial se renovó tras el descubrimiento de sus ruinas submarinas y terrestres, esculturas y bronces por arqueólogos y el escritor Arthur C. Clarke (“2001 Odisea en el Espacio”), gran enamorado de Srilanka y autor también del libro “Los arrecifes de Trapobane” donde buceó muchas veces, la ultima en 1992 con 74 años en un barco hundido que hoy lleva su nombre el Clarke.

 

Otra puerta del templo con un guardián que no me dejo entrar ni sacar fotos,  fotografía Iñaki Larrea ©

En el fondo del mar hay una serie de estatuas y ruinas submarinas que hoy en día pocos centros de buceo conocen o están dispuestos a ir, pues de momento buscan un buceo mas cómodo llevando turistas a sitios cercanos, algún día se darán cuenta de la importancia que tienen para el buceo estos lugares.

 

Interior del templo, fotografía Iñaki Larrea ©

 Koneswaran probablemente se fundó antes del año 400 A.C. aunque su fecha exacta de construcción sigue siendo bastante vaga.

 

Guardian del templo, fotografía Iñaki Larrea ©

Hay una zona donde no me dejaron entrar, bueno en realidad entré y me echaron de malas maneras por entrar a una zona que solo está reservada a los fieles,  en la parte trasera del templo hay una zona con una pared llena de pequeñas cunas que son ofrendas a los dioses por los niños que han fallecido, es bastante impresionante.

 

Cunas de ofrenda por los bebes fallecidos, fotografía Iñaki Larrea ©

Ademas del templo asomarse al acantilado donde puedes contemplar las vistas de la bahía de Trincomalee, o por el otro lado el acantilado que cae hacia el mar es algo digno de contemplar.

 

Parte del acantilado, fotografía Iñaki Larrea ©

 

Tuk Tuks en Trincomalee, fotografía Iñaki Larrea ©

 

A la vuelta de la visita al templo puedes callejear por la ciudad y sus mercados entre coches y tuk tuks, viendo pasar la gente del lugar que hace su vida diaria, la vuelta a Nilaveli dura 20 ó 30 minutos, en tuk tuk, es un paseo muy agradable por la costa. Gracias por leerme.
Iñaki Larrea

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